Lavarse los dientes es una de las acciones diarias más importantes, para cuidar tu higiene personal y sobre todo la de tus dientes y encías. Si no te lavas los dientes mínimo dos veces al día puedes llegar a desarrollar enfermedades como placa o sarro. La mayor parte de la gente acostumbra a pensar que el sarro y la placa son lo mismo, pero no es así.
La placa
La placa es un residuo pegajoso y transparente que se forma en los dientes continuamente. Es la combinación de partículas de alimentos, azúcar y saliva ensucia los dientes. La placa empieza a formarse inmediatamente después de acabar de comer, por ese motivo es imprescindible que te laves los dientes cada vez que acabes de comer.
El sarro
El sarro, por otra parte, podríamos decir que es el nivel siguiente a la placa. El sarro se desarrolla cuando la placa no se limpia totalmente o de manera habitual y se endurece. Esta acumulación de placa ya no puede limpiarse fácilmente por un cepillo de dientes por lo que tiene que ser limpiada por un dentista. A medida que pasa el tiempo el sarro se endurece cada vez más y aumenta su tamaño acumulando un gran número de bacterías.