Una de las partes del cuerpo en la que nos solemos fijar a primera vista casi todos es la sonrisa. Una sonrisa bonita y blanca da una imagen excepcional. El tratamiento de blanqueamiento dental persigue que el paciente al que se le va a realizar consiga una sonrisa armónica y una boca sana, brillante y bonita.
Tal y como explicamos en la entrada anterior, existen distintos tipos de blanqueamiento dental, pero todos ellos vienen acompañados de ciertas pautas y/o recomendaciones de los especialistas, que todo paciente debe seguir si quiere conseguir un éxito total del procedimiento. A continuación os hablamos de las principales.
El café, el té, las bebidas con colorantes… no son recomendables, al menos durante las 48 horas siguientes al tratamiento. Es conveniente cambiarlas por agua. Lo mismo sucede con los alimentos de tonos oscuros o con colorantes como la remolacha, los arándanos, las espinacas… Si, por algún motivo, acabamos consumiéndolas es esencial cepillarse bien los dientes tras la ingesta. Mantener una higiene bucal óptima tras el blanqueamiento es clave.
El tabaco también va a ser perjudicial, sobre todo en un momento en el que los dientes se encuentran más sensibles a causa del tratamiento y cuando aún no se ha fijado el efecto blanqueador por completo. La nicotina es uno de los agentes que más decoloración puede causar, ¡evítala! Además, la sensibilidad de los dientes estará en su punto más álgido tras el tratamiento, por lo que, hay que evitar bebidas y alimentos fríos y ácidos los primeros días.
El blanqueamiento siempre debe estar guiado y asesorado por un odontólogo especialista. Consulta con nuestros profesionales sin compromiso. En Aller Miró Clínica Dental te ayudaremos a elegir el tratamiento más adecuado.